Creación de la plataforma: Museo Internacional para la Democracia

Camila Yanzaguano Bravo, Asociada de Comunicaciones de la Coalición, habló recientemente con Gustavo Meoño Brenner, Coordinador de Memoria y Derechos Humanos del Museo Internacional para la Democracia, Sitio de Conciencia en Rosario, Argentina, para discutir cómo el trabajo del Museo para proteger el derecho a la diversidad sexual refleja su misión de promover los derechos humanos para todos.

Durante más de una década, el Museo Internacional para la Democracia ha estado trabajando para promover los valores de libertad, justicia, democracia y respeto a los derechos humanos de todos los argentinos, convirtiéndose en un Sitio excepcional de Conciencia en la región y en el mundo. ¿Podrías compartir un poco sobre el trabajo del museo y la historia del sitio?

 

El Museo Internacional para la Democracia tiene varias particularidades que vale la pena destacar. Se trata de un Museo privado que no cuenta con ningún tipo de apoyo estatal, enteramente consagrado a la defensa y promoción de los derechos humanos. El Museo se instaló en un edificio emblemático e histórico de la ciudad de Rosario en Argentina, el Palacio Fuentes, en un espacio que durante décadas fue exclusivo y excluyente  y hoy está abierto y a disposición de la ciudadanía sin excepción alguna. Para ilustrar los valores contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Museo se exalta la actuación y el compromiso de ciudadanas y ciudadanos comunes y corrientes, personas que en su día a día defienden los derechos fundamentales.

La actividad del Museo no se agota en sus muestras permanentes y temporales, pues se proyecta constantemente a la comunidad a través del apoyo y acompañamiento a iniciativas sociales como las que desarrollan los colectivos africano y haitiano residentes en Rosario o la del Archivo de la Memoria Travesti Trans de la Provincia de Santa Fe. 

 

El Museo Internacional para la Democracia es conocido por su trabajo con las mujeres y la comunidad LGBTIQ de Rosario. De hecho, el Museo formó parte de la Subvención de Participación Comunitaria de la Coalición “Promoción Virtual en Apoyo de las Mujeres, las Niñas y la Comunidad LGBTI” y produjo tres videos sobre las experiencias de las mujeres transgénero durante la dictadura argentina. ¿Puedes explicar por qué el Museo considera importante crear estos nuevos espacios e incorporar narrativas de personas que antes eran ignoradas o silenciadas?

El derecho humano al reconocimiento y respeto de la diversidad en general y de la diversidad sexual en particular, forma parte fundamental de los contenidos permanentes del Museo Internacional para la Democracia. En la sala central del Museo se ilustra este derecho con la figura de la arquitecta trans Canela Grandi y la bandera multicolor del orgullo. Ello nos permite explicar a las y los visitantes, particularmente jóvenes estudiantes, la importancia de conocer, respetar y promover ese derecho en todo momento y en todos los contextos.

De ahí se desprende de manera natural el apoyo y acompañamiento del Museo a la iniciativa de creación y fortalecimiento del Archivo de la Memoria Travesti Trans de la Provincia de Santa Fe. Valoramos profundamente ese esfuerzo ejemplar que se encuentra promovido y encabezado por mujeres trans que han sufrido en carne propia estigmatización, persecución, criminalización, cárcel y torturas, durante el terrorismo de estado y ya en democracia, al mismo tiempo que han sido un ejemplo de resistencia y lucha para reivindicar sus plenos derechos a la identidad, al acceso a la salud, la educación y el trabajo digno, y a la convivencia social libre de prejuicios y discriminación.

 

Puede explicar un poco más sobre la participación del Museo con las mujeres y la comunidad LGBTIQ? ¿Habrá nuevos proyectos del Museo en colaboración con el Archivo de la Memoria Travesti Trans?

A partir de la experiencia acumulada, el Museo ha consolidado como línea transversal de trabajo   la noción de apoyo y acompañamiento a quienes luchan por el reconocimiento y respeto a los derechos de la diversidad sexual. Ello se va materializando en el establecimiento de relaciones de intercambio y colaboración con distintas organizaciones de la comunidad LGBTIQ+ que funcionan en la ciudad de Rosario y en la promoción de alianzas con universidades, archivos y museos que comparten esos mismos objetivos.

El Museo ha acordado un plan de trabajo con el Archivo de la Memoria Travesti Trans de la Provincia de Santa Fe que contempla, entre otras actividades, el apoyo en gestiones para lograr la  asignación de un local para su funcionamiento por parte del Consejo Municipal de Rosario y la presentación de proyectos ante organismos internacionales. Al mismo tiempo está prevista la realización conjunta de eventos, presenciales y virtuales, para la difusión del trabajo del Archivo. Dentro de los planes de actualización de la muestra permanente del Museo, está previsto incluir la imagen y el testimonio oral de dos de las fundadoras del Archivo de la Memoria Travesti Trans en un espacio en el que interactuarán de manera virtual con otras y otros destacados defensores de derechos humanos en Argentina. 

 

¿Qué recomendaría a otras organizaciones que están tratando de crear nuevas plataformas para documentar y compartir las experiencias de las mujeres y las comunidades LGBTIQ?

Abrir nuestros espacios y compartir nuestras experiencias y recursos con iniciativas y grupos que luchan por el reconocimiento y respeto de los derechos y valores LGBTIQ+, significa ampliar y enriquecer nuestro compromiso con los derechos humanos en general. La negación de esos derechos fundamentales, la institucionalización de los discursos de odio y la persistencia de la discriminación no son asuntos del pasado en ninguna parte. Son violaciones que, con mayor o menor intensidad, se siguen produciendo todos los días en todo el mundo. Por lo tanto el involucramiento y el compromiso de nuestros sitios pueden ser muy valiosos.

Es muy importante acercarnos a dichos grupos e iniciativas con mucho respeto. Saber escuchar, saber aprender de sus experiencias. Poner nuestras capacidades y recursos, por limitados que sean, en función del apoyo y el acompañamiento sin pretender imponer nada. Esa será una importante expresión de la solidaridad y una muestra concreta y tangible de nuestro compromiso con el derecho al respeto de la diversidad.